LOS OTROS DIARIOS DE LA
II GUERRA MUNDIAL
(PARTE 3)
Ya en otra oportunidad me
ocupé de Anna Frank, la niña judía cuyo diario se ha vuelto emblemático
testimonio de una época de intolerancia, racismo y violencia, y me referí
también a Tatyana Savicheva y a Lena Mujina, niñas soviéticas que en las
páginas de sus diarios dieron duros y desgarradores testimonios del paso de los nazis por la URSS, en lo que
en Rusia es conocido como la Gran Guerra Patria. Pues, diarios
hay muchos, especialmente de niñas y adolescentes –tal vez por esa costumbre de
las mujeres de plasmar en papel sus experiencias y sentimientos más profundos
en sendos diarios- quienes relatan al detalle todo el horror y los
padecimientos que les tocó vivir a causa de la locura expansionista de la
llamada Raza Aria alemana.
MASHA ROLNIKAYTE
(1927- ? )
Masha (a la derecha y con lazo en el cabello), acompañada de toda su familia |
María Rolnikayte fue una niña judía lituana nacida en 1927, apenas nueve años después de que este país recobrara su independencia del imperio ruso tras el final de la I guerra Mundial. Cuando la URSS invadió Lituania en 1940, Masha contaba con 13 años. Un año después, empezó a escribir su diario, un 22 de junio.
Cuando se produjo la traición
de Hitler, rompiendo el pacto de no agresión que habían firmado antes Alemania
y la URSS con el propósito de no enfrentarse mientras ambos países invadían –y se repartían- Polonia, Masha empezó a
registrar todo lo que veía, pero lo que le ha valido que sea llamada La Anna Frank Lituana, fue lo que
presenció durante la invasión nazi.
Fue hecha prisionera con toda
su familia en el ghetto de Vilna (Lituania) habitado por unas 9 mil personas, donde
estuvo dos años y luego fue llevada a distintos campos de concentración nazis
(posiblemente uno de ellos podría haber sido Kaunas, ubicado en Lituania).
Durante ese tiempo no pudo continuar con su diario, por lo que, después de la
liberación, a los 18 años de edad, lo retomó, recurriendo a su memoria para escribir
sus vivencias durante el cautiverio. Ella y su hermana Miriam fueron las únicas
sobrevivientes de la familia.
“Antes de la guerra, nuestra
familia era bastante grande. Pero mi abuelo, la hermana de la abuela, su
marido con dos hijas y el primo de mi padre perecieron en Plunge. Mi tío
(el hermano de mi madre) fue asesinado en un pequeño pueblo Telshe. Cuando
los judíos de Telshe fueron llevados al lugar de la ejecución, él logró
escapar. Pero los fascistas lo atraparon y le dispararon individualmente,
por así decirlo. Lo obligaron a cavar una tumba. Más tarde, algunos testigos
nos dijeron que se había vuelto loco: entendió que estaba cavando una tumba y
se volvió loco (pero es imposible demostrarlo). Y mi tía (su esposa y 2
hijas) fueron asesinadas en el gueto de Shaulay (…) Papá contó a 49 miembros de
nuestra familia perdidos durante la guerra: primos de él y de su madre,
hermanas, hijos”, recuerda.
Entre las atrocidades que vio
está la de una mujer que murió dando a luz en la puerta del gueto, el niño
sobrevivió y lo llamaron Ghetto.
Presenció ejecuciones sumarias, torturas, burlas y todo tipo de abusos como
aquella vez en que hombres de la SS abusaron de un rabino y un par de hombres
de edad que lo acompañaban, que fueron forzados a quemar la Torá y a bailar Katyusha desnudos y tomados de la mano
alrededor del fuego. Luego les dispararon y les cortaron sus barbas, los
golpearon y les obligaron a bailar de nuevo.
“En ese momento la situación
en el ghetto era bastante tranquila, pero pronto aparecieron los nazis. Leyeron
la orden del jefe de la Gestapo sobre la evacuación de judíos del ghetto de
Vilna [setiembre de 1943] Los judíos tuvieron que ser trasladados a 2
campos de trabajo: uno en Estonia [los hombres], otro en Lituania [y Letonia,
donde llevaron a las mujeres. Los niños pequeños, los ancianos y todos los que
no podían trabajar fueron llevados al campo de exterminio de Sobibor en Polonia].
La evacuación se apagó muy rápido: todo se terminó en 4 horas. Por lo
tanto, no supe nada de Miriam hasta 1945”.
Después de la guerra, Masha se
graduó de escritora en el Instituto Literario
Gorki, y se trasladó a San Petersburgo. Su diario, titulado "Debo decirle" se publicó por
primera vez en lituano en 1963 y en 1965 se tradujo al ruso. Hoy en día, se
traduce a 18 idiomas.
GALYA ZIMNITSKAYA
(1924-1993)
Galya y sus padres |
Galya nació en 1924 y empezó a escribir su diario en 1941,
a los 14 años. Tal vez sea el diario menos conocido de todos, puesto que recién
se dio a conocer el año 2015, muchos años después de su fallecimiento en 1993,
a los 69 años.
Galya recuerda que la noticia
de la invasión nazi se produjo en un día caluroso, cuando se disponía a ir a la
playa con su familia. Lo oyó en la radio un 22 de julio de 1941, cuando se
anunció "... Hitler, Alemania atacó
sin previo aviso…a traición". Ese día nadie fue a nadar.
Entre los tantas situaciones
de las que fue testigo hubo una ocurrida en la panadería, durante los días de
escasez, Un niño de 10 años robó un mendrugo de pan a una señora que estaba en
la cola. Las demás mujeres se le abalanzaron; el niño se tiró al suelo para
evitar que se lo quiten. Después de golpearlo, se comieron el mendrugo sucio
que quedó esparcido por el suelo. Otro episodio que relata es uno en que, a
falta de comida, tuvieron que prepararse una sopa con un gorrión que su abuela
encontró congelado en la calle.
Galya sobrevivió a la guerra y
su diario, al igual que el de Lena Mujina, describe todo lo acontecido durante
el sitio de Leningrado. Es considerado como uno de los testimonios más
importantes sobre el bloqueo alemán a la ciudad.
TANIA VASSOEVICH
(1924-2008)
Tania Vassoevich, Thani, nació el 22 de noviembre de 1924
y vivió en la isla fluvial de Vasilievski, en Leningrado (San Petersburgo).
Empezó a escribir su diario en 1941, un 22 de junio a los 12 años de edad, y
describe con gran realismo los días del asedio nazi a Leningrado. Por ejemplo,
cuenta como, durante el terrible invierno de 1941 a 1942 ya había visto morir a
su hermano mayor y a su madre. Solo la acompañaron su tía Lucy y su mejor amigo
del colegio Toll Takvelin.
En su testimonio del 25 de
junio de 1941 describe el ataque de la Luftwaffe
alemana sobre la ciudad, que era bombardeada entre 7 y 10 veces al día y cómo
tenían que evacuar al pasillo que lleva a la sala y a la cocina de la casa cada
vez que oían el zumbar de los aviones y luego las alarmas instaladas por el
gobierno por toda la ciudad. Prácticamente vivían en la cocina, por ser el
lugar más seguro de su casa, donde vivían 15 personas. Mucha gente, refiere,
enfermó –al parecer de los nervios- de tanto estrés al que estaban sometidos.
Thani logró sobrevivir
milagrosamente al sitio de Leningrado (a los bombardeos y la hambruna),
llegando a vivir hasta los 84 años de edad. Su diario fue publicado por primera
vez el año 2015 y lo que lo diferencia de los otros diarios rusos de la II Guerra
Mundial, es que está acompañado de varios dibujos a color, donde representaba
lo que veía.
TAMARA LAZERSON
(1928- ? )
Tamara
Lazerson, nació en Kovno (Lituania) en 1928 y tenía 13 años cuando la Alemania
nazi invadió su ciudad natal en 1941. Su padre la animó a comenzar a llevar un
diario para registrar los acontecimientos históricos que estaban sucediendo en
ese momento. No tenía idea de cuán trágicos serían esos eventos. Para
escapar de la persecución de los nacionalistas lituanos y de los nazis, con
toda su familia se refugió en la casa del médico Pranas Mazylis y su esposa
Antanina Bliudziute. Con ellos habían otros refugiados judíos, entre ellos, la
niña Lilyana Levintova Lilyja, de siete años, hija de sus inquilinos judíos
antes de la pre guerra, que se encontraban cautivos, viviendo en la pobreza, en
el Ghetto de Vilna. Logró sobrevivir gracias documentos falsificados por una
sobrina del Dr. Pranas; gracias a ello logró vivir tranquilamente como familia
del Dr. y poder ser trasladada al campo hasta el final de la guerra. Otra niña,
también de siete años, Ruth Elpern, cuyos padres murieron en también fue
acogida por el Dr. Pranas logrando que sobreviviera.
Tamara era muy
inteligente y estaba muy decepcionada de no poder continuar su educación formal
una vez que los judíos de Kovno fueron forzados a entrar en un ghetto. A
pesar de que se le exigió que trabajara en una sastrería durante el día, ella
trató de mantenerse involucrada en actividades educativas y culturales. Se
unió a varios círculos de estudio informales y fue la líder de dos de ellos. Se
vio a sí misma aprendiendo y preparándose para una vida futura en Israel, a
donde aspiraba radicar en el futuro. Ella no podía tolerar la idea de que
estuviera malgastando el tiempo que podría usarse para la preparación, sin embargo,
la vida del ghetto a menudo parecía ser un desperdicio.
El 5 de
diciembre de 1943, se sintió abrumada por la desesperación. Ella escribió,
"Estoy luchando conmigo misma. De nuevo, la herida en mi corazón se abre. Tres
años perdidos (...) Estoy agobiado por mi esclavitud y no tengo tiempo para
escribir, pensar o incluso leer. Estoy atrapado en un pantano, en el cual me
hundo mientras trabajo diariamente desde la mañana a la noche con el grupo de
esclavos. A mí alrededor está la oscuridad. Tengo sed de luz".
Tamara nunca
abandonó su lucha, llegando a escapar del ghetto poco antes de su destrucción. Aunque
perdió a sus padres, ella y uno de sus hermanos sobrevivieron al Holocausto. Más
tarde se casó, terminó sus estudios de Química y finalmente emigró a Israel
donde vivió desde 1971.
Tamara copió
la letra de la canción Por la puerta
del ghetto en su diario; canción que puede ser escuchada en el Museo
del Holocausto de Washington, donde su diario es exhibido. Escribió cuatro
libros de poemas y es miembro de la Unión Internacional de Escritores New Contemporary.
MAYA PIVOVAR
(1927- ? )Maya (extremo derecho) acompañada de dos amigas del colegio de las cuales no recuerda su nombre. |
Nació y creció en la ciudad ucraniana de Kiev. Vivió con sus padres en un
gran apartamento comunal antes de la Gran
Guerra Patria. Había otras cinco familias viviendo allí. A pesar de
pertenecer a una familia judía, sus padres no practicaban los ritos judáicos,
pues ambos eran ateos y miembros del Partido Comunista Soviético (PCUS); su
padre desde 1926 y su madre desde 1932. Como miembros del Partido, tenían una
vida normal, muy diferente a la de los judíos confesos, que muchas veces eran
marginados por el gobierno y la sociedad soviética. Al respecto, refiere en una
entrevista concedida el 2003: “Estudié en
una escuela rusa común, la más cercana a nuestra casa. Estudié bien y lo
disfruté. Yo era buena en todos los cursos. Había 40 niños en mi clase, también
había niños judíos, pero nunca pensamos en eso, éramos amigos, corrimos a la
playa en verano, jugamos con una pelota y no hubo segregación antes de la guerra”.
De su testimonio se puede deducir que su caso fue la excepción y no la
regla, en la Rusia de Stalin. Después de la guerra se dedicó al campo de las
ciencias naturales y técnicas.
NINA LUGOVSKAYA
(1918-1993)
Nina nació en la Navidad de 1918. Su diario, iniciado el 8 de octubre de
1932, cuando tenía 14 años, no relata acontecimientos vividos durante la II
Guerra Mundial, porque fue escrito durante la formación del estado totalitario
de la URSS, en que incluso en ausencia de guerra con un enemigo externo en la
sociedad triunfa la lógica militar.
Su diario finaliza en 1937, cuando con su madre y sus hermanas fue acusada
de conspiración para asesinar a Stalin y condenadas a cinco años de prisión en
Kolyma (Siberia Oriental, en el Círculo Polar Ártico). Al parecer, querían
vengar la muerte de su padre por orden del dictador soviético, sobre el cual
escribe en su anotación del 24 de marzo de 1933: “…Soñé durante mucho tiempo
tumbada en la cama, con la forma en que voy a matarlo (a Stalin)...Estoy furiosa
tengo que matarlo tan pronto como sea posible! Vengaré a mi padre”. Además lo llama Vil escoria bastarda de Georgia, acusándolo de paralizar a Rusia
con sus promesas incumplidas. Un lenguaje bastante duro para una adolescente de
15 años.
Narra además los efectos de la Gran Hambruna, que asoló al Estado
Soviético en los años 30, y todo por culpa del gobierno. Retrata la escasez y
el desabastecimiento que arrastraron a millones de campesinos del interior a
emigrar a la capital (Moscú) y a las grandes ciudades de la federación, entre
ellas su natal Kiev. Cuenta como pasaban hambre a falta de trabajo y de un
lugar decente donde vivir, como eran discriminados, como tenían que mendigar en
las calles y como, algunos de ellos, llegaron a decisiones extremas como el
robo, el saqueo e incluso, el canibalismo. Muchos terminaron muertos de
inanición en las estaciones de tren y en las calles heladas de las grandes
ciudades.
Otro tema que trata el la violencia desatada por
la guerra entre los Rusos Blancos y los Bolcheviques a los que llama sinvergüenzas, crueles y cobardes que se
esconden tras las palabras Socialismo y
Comunismo para cometer atrocidades con el país y con su gente. [Cualquier
parecido con Nicolás Maduro en Venezuela no es mera coincidencia).
Nina llega a vivir hasta los 75 años (1993) y su diario fue publicado por
primera vez el 2003.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Las historias de Tatyana, Lena, Masha, Galya y Tania han sido recopiladas en el libro “Niños de la Guerra diarios 1941-1945”, publicado en Rusia el años 2016 con ocasión de la conmemoración del 70 aniversario de la victoria soviética sobre Alemania en la II Guerra Mundial, y cuenta con un prólogo de Mijail Gorbachov, último gobernante soviético y artífice de la apertura democrática y económica que llevó a la desaparición de la Unión Soviética. Este libro es un documento histórico genuino. Los periodistas del semanario ruso Argumentos y Hechos, logró recopilar más de 35 diarios de niños que sobrevivieron al tiempo y a la guerra. Muchos de sus autores no sobrevivieron a ésta. Algunos diarios fueron proporcionados por los familiares de los autores, mientras que otros fueron encontrados en archivos y almacenes de antiguas bibliotecas y museos, la mayoría de ellos, inéditos.
Son testimonios horribles, dolorosos y honestos de los niños que vivieron en ghettos y campos de concentración, que narran en primera persona el destino de la nación rusa y las cosas que se vieron obligados a experimentar: Los bombardeos, la hambruna, el frío intenso, la separación de sus familias, la muerte y la ocupación nazi de las principales ciudades rusas como Leningrado, Sebastopol. Kerch, Moscú o Stalingrado. Un este libro para honrar su memoria y preservar estos manuscritos para la posteridad. Está dividido en cinco capítulos: 1) Diarios del Sitio de Leningrado, 2) de los Prisioneros de los ghettos y campos de concentración, 3) de los niños cautivos en la propia Alemania, 4) de los que vivieron de cerca el campo de batalla y la ocupación nazi y, 5) de los que estuvieron detrás de la línea de fuego. Se publicaron 10 mil ejemplares, que han sido donados a las principales bibliotecas y archivos de Rusia y el mundo, como la biblioteca de las Naciones Unidas, el Centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, el Museo Anna Frank en Amsterdam, a la sede de la UNICEF y a los museos de sitio de los campos de Buchenwald, Dachau, Auschwitz y muchos más.
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FUENTES:
"La vida de los niños rusos en la II
Guerra Mundial" - Lucas Rodríguez Schwarzenberg, 23/06/16
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=264846
https://translate.google.com.pe/translate?hl=es&sl=ru&u=http://www.twirpx.com/file/2097966/&prev=search
"Certificado de defunción. Diarios de niña de la guerra, el sufrimiento y la muerte" (Свидетельства смерти. Девичьи дневники о войне, страданиях и гибели) - Abril (Aпрель),
http://april-knows.ru/top_ten/svidetelstva_smerti_pronzitelnye_devichi_dnevniki_o_voyne_stradaniyakh_i_gibeli/#q571
"5 de diciembre de 1943: Tamara Lazerson - Holocaust Memorial Resource & Education, Florida,
https://translate.google.com.pe/translate?hl=es-419&sl=en&u=http://www.holocaustedu.org/education/research/this-week-in-history/december-5-1943-tamara-lazerson/&prev=search
"Proyecto Identidad Perdida: Los niños sobrevivientes del holocausto" (The Missing Identity Project. Holocaust survivor children). http://missing-identity.net/
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