jueves, 28 de noviembre de 2024

Mariano Ignacio Prado

 MARIANO IGNACIO PRADO OCHOA


Nació  en  Huánuco,  el  18  de diciembre  de  1825.  Era  hijo  de Ignacio  Prado  (¿?  -  4/5/1833)  y Francisca  Ochoa  Tafur  (¿?  - 1827),  miembros  de  una  familia de escasos recursos económicos.   Se cree que Ignacio Prado nació en el pueblo de San Damián, en la provincia de Huarochirí.  Era hijo de  Juan  Prado.  No  se  puede precisar si el apellido de la madre era  Zoroastúa  o  Ballayro. Francisca  Ochoa  era  natural  de Huánuco. Contrajeron matrimonio el 5 de junio de 18042.   Su  madre  falleció  en  mayo  de 1827,  cuando  Mariano  Ignacio Prado era poco más que un bebe. Las dificultades de  la infancia se le  acrecentaron  pues  su  padre murió, quedando él en la orfandad absoluta, a los escasos 7 años de edad,  hecho  agravado  porque  la situación  económica  de  su progenitor  le  impidió  dejar  a  sus vástagos herencia alguna.   Hizo sus estudios escolares en Huánuco. En medio de limitaciones económicas pasó su infancia y juventud. Se dedicó a algunas actividades comerciales para asegurar su subsistencia y a realizar algunos trámites judiciales sin poseer título de abogado. No era miembro de Ejército sino más bien de la Guardia Nacional, donde tenía el grado de capitán, lo que solo le proveía algún ingreso cuando esta era convocada por las autoridades políticas a fin de asegurar el orden público. (*)

(*) Al  propósito  del  tema,  el  doctor  Francisco  García  Calderón  Landa  en  su  Diccionario  de  la legislación peruana define la Guardia Nacional: “Se da este nombre a los cuerpos formados de todos los ciudadanos que, sin estar sujetos al estricto servicio que prescriben las ordenanzas, se ejercitan periódicamente en el manejo de las armas; y pueden emplearse, en caso preciso, en conservar el orden y cuidar de la seguridad pública. Suele darse también a la Guardia Nacional los nombres de milicias, guardia civil y fuerza cívica, porque los individuos que hacen parte de ella no renuncian sus ocupaciones cotidianas y solo  se  ocupan  del  ejercicio  militar  en  días  determinados”  (García  Calderón,  Francisco, Diccionario de la legislación peruana, tomo II, p. 228. Lima, Imprenta del Estado, 1862).

 

La Guardia Nacional estaba regulada por la Constitución Política y por la ley del 2  de  marzo  de  1857,  que  modificó  las  normas  anteriores.  En  su  artículo  1 ordenaba:  “La  Guardia  Nacional  se  compone  de  todos  los  varones  que  la Constitución reconoce como peruanos, excepto los ordenados in sacris, los que hubieren hecho votos monásticos, los menores de diez y ocho años,  los  mayores  de  sesenta,  los  valetudinarios,  los  inhábiles  y  los individuos del Ejército y la Armada en actual servicio”.   El artículo 28 añadía:  “La Guardia Nacional está obligada a defender la soberanía de la nación, la integridad de su territorio, la Constitución y las leyes; a conservar el orden público y a desempeñar los demás actos del servicio en el modo y según las reglas que esta ley prescribe”.  Cada  cuerpo  de  la  Guardia  Nacional  tenía  un  teniente  coronel,  un  sargento mayor y la dotación de oficiales y clases de tropa que  requiriese.  El teniente coronel, el sargento mayor y los ayudantes eran elegidos por sus miembros. Los capitanes, tenientes primeros y segundos, y los subtenientes eran elegidos por los  miembros  de  cada  compañía.  Este  último  era  el  caso  del  capitán  de  la Guardia  Nacional  Mariano  Ignacio  Prado.  Para  los  cargos  de  subteniente  a capitán se solicitaba como requisitos saber leer y escribir y poseer una renta de 300 pesos, mientras que para los grados de mayor a coronel la renta se debía elevar a 500 pesos.  Durante el gobierno del Presidente Constitucional de la República, general José Rufino Echenique, estalló en Arequipa una revolución liberal, encabezada por el Gran Mariscal Ramón Castilla (1854). Echenique y sus principales colaboradores fueron acusados de corruptos, principalmente por la llamada consolidación de la deuda del Estado. Prado se unió a Castilla, integrándose al regimiento Lanceros de la Escolta, siendo ascendido a teniente coronel. El 5 de enero de 1855 en la batalla de La Palma (Surco) Castilla logró la victoria definitiva sobre las tropas gobiernistas  y  asumió  el  Mando  Supremo  como  Presidente  Provisorio  de  la República. El 5 de febrero el gobierno convocó a elecciones para la Convención Nacional, la que se instaló el 14 de julio siguiente. Mariano Ignacio Prado fue elegido  Diputado  por  la  entonces  provincia  de  Huánuco,  que  dependía  del departamento de Junín.  Sin embargo, seis meses después solicitó licencia  al Poder Legislativo y se reintegró a su regimiento. El 13 de octubre de 1856 la Convención  Nacional  aprobó  una  nueva  Constitución  Política,  de  carácter marcadamente  liberal,  la  que  limitó  las  atribuciones  del  Jefe  del  Estado  –estableció la vacancia de la Presidencia de la República por atentar contra la forma de gobierno o disolver el Congreso, recortó el período gubernamental de seis  a  cuatro  años,  creó  el  Consejo  de  ministros,  etc.–;  suprimió  los  fueros eclesiásticos, los diezmos y las primicias; abolió la pena de muerte; estableció el

6  quien era hijo del ingeniero Augusto Tamayo Chocano y de Guillermina Möller Sojo Vallejo. Manuel Tamayo fue un destacado médico e investigador, autor de numerosas publicaciones sobre salud pública, la verruga y otros temas de su especialidad, quien falleció de peritonitis. Luego de este hecho Rosa Prado decidió consagrar su vida a Dios y profeso de religiosa, como hermana de la Comunidad del Sagrado Corazón.   Josefa  Prado  Ugarteche  (Lima,  9/12/1878  -  1881):  Fue  bautizada  en  el adoratorio del Palacio de Gobierno, el 12 de enero de 1879.   Jorge Antonio Prado Ugarteche (Lima, 13/5/1887 - 29/7/1970): Fue bautizado en la Parroquia de El Sagrario, en Lima, el 30 de mayo de 1887. Junto con sus hermanos Javier y Manuel apoyó al coronel Óscar Raymundo Benavides Larrea  cuando  éste  decidió  deponer  al  Presidente  Constitucional  de  la República,  Guillermo  Billinghurst  Angulo,  el  4  de  febrero  de  1914.    Sin embargo, cabe precisar que Billinghurst estaba proyectando romper el Estado de Derecho y disolver al Congreso que lo había elegido Presidente porque no contaba con una mayoría parlamentaria oficialista. Diputado por las provincias de Lima (1917) y Dos de Mayo (1919). Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Gobierno y Policía (1933 - 1934); candidato a la Presidencia de la República  en  1936  y  embajador  y  ministro  plenipotenciario  en  Brasil  e Inglaterra. Casado con Grace Flinders.   El  ingeniero  Manuel  Carlos  Antonio  Prado  Ugarteche  (Lima,  21/4/1889  - 15/8/1967): Fue bautizado en la Parroquia de El Sagrario, en Lima, el 3 de junio de 1889. En dos ocasiones fue elegido Presidente Constitucional de la República (1939 - 1945 y 1956 - 1962). Contrajo matrimonio con Enriqueta Garland Higginson, en su oratorio particular, el 19 de enero de 1914. La novia era hija de Guillermo Garland von Lotten y Elsa Higginson Carreño. Fruto de esta unión fueron sus hijos Manuel y Rosa Prado Garland. El 19 de junio de 1958,  luego  de  divorciarse,  contrajo  un  segundo  matrimonio  con  Clorinda Mercedes  Málaga  Bravo  (3/9/1905  -  1993),  quien  era  hija  del  ingeniero  y empresario minero Fermín Málaga Santolalla (1869 - 1964) y Clorinda Bravo Bresani.  Fue  Diputado  por  Huamachuco  (1919).  Por  su  oposición  a  la reelección del Presidente Augusto B. Leguía tuvo que partir al exilio. Regresó al país en 1932. Fue presidente de las Empresas Eléctricas Asociadas y del Banco  Central  de  Reserva.  En  dos  oportunidades  fue  elegido  Presidente Constitucional de la República (1939-1945 y 1956-1962).  En las elecciones de 1862 fue elegido Presidente Constitucional de la República el mariscal Miguel San Román, quien falleció a los pocos meses de iniciada su gestión.  Al  hallarse ausentes de  la capital los  dos vicepresidentes  –el Primer Vicepresidente,  general  Juan  Antonio  Pezet,  en  Europa;  y  el  Segundo Vicepresidente,  general  Pedro  Diez  Canseco  Corbacho,  en  Arequipa–  el mariscal Castilla se encargó interinamente del Mando Supremo. El 10 de abril fue relevado por Diez Canseco, quien estuvo encargado hasta el 5 de agosto, fecha  en  que  Pezet  asumió  la  Presidencia.  Le  tocó  enfrentar  la  grave  crisis internacional ocasionada por la agresión española a nuestro país. En agosto de 1862 partió de Cádiz una “expedición científica”, transportada por una escuadra española,  conformada  por  cuatro  buques  de  guerra,  con  destino  a  América.

 

  tuvo sin duda su origen en el patrimonio mal habido del general Mariano Ignacio Prado” (*).   McEvoy concluye que…  “Desde minas hasta inversiones inmobiliarias, pasando por un banco, el balance patrimonial del ex prefecto de Arequipa, calculado luego de la Guerra del Pacífico en 70 millones de dólares, es impresionante. Las adquisiciones,  debidamente  documentadas  por  García  Belaunde,  son producto de una habilidad para los negocios inusual entre los militares peruanos  que,  como  hemos  señalado,  morían  pobres. 

                                                           * García Belaunde, Víctor Andrés, El expediente Prado, p. 450. Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres, Lima, 2014. 29 El autor muestra parte de la escritura pública en que aparecen las cifras referidas a la venta final de las minas de Prado en Chile por 175,000 libras esterlinas. Su valor actual, según expertos en  el  tema,  ascendería  a  más  de  300  millones  de  dólares.  Hay,  asimismo,  un  texto  en  que Thomas North dice haberlas comprado. Y esto incluía el muelle en Laraquete, el ferrocarril, las bodegas, etc. Lo que ha faltado investigar es a quién y por cuánto vendió Prado sus minas en Bolivia  (Caracoles),  la  isla  Juan  Fernández,  su  barco  Concepción  y  sus  casas en  Viña  y en Caupolicán. (Esta procede de la obra que se cita). 30  Prólogo  a  la  obra  de  Víctor  Andrés  García  Belaunde,  El  expediente  Prado,  p.  21.  Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres, Lima, 2014. 31 Artículo elaborado por Fernando Ayllón Dulanto. Sitio Web del Museo del Congreso y de la Inquisición.

 

Es,  también, bastante inusual la estrecha relación que Prado sostiene con los políticos chilenos,  a  quienes  el  jefe  de  Estado  hace  confidencias  que  aún sorprenden. Y es que para un hombre forjado en una realidad donde lo público y lo privado se imbricaban resultaba muy normal confiar secretos de  Estado  al  amigo  personal,  olvidando  que  este  era  el  potencial enemigos de la nación a la que el no solo representaba, sino que también debía proteger. Porque para quien salió a comprar barcos en una guerra que se estaba perdiendo y, además, nunca rindió cuentas precisas del dinero  que  el  Estado  peruano  le  asignó,  los asuntos  del  gobierno  se resolvían a título personal”.  El  martes  28  de  julio  de  1874,  al  asumir  la  Presidencia  de  la  Cámara  de Diputados, durante la sesión de instalación de la Legislatura Ordinaria, el general Mariano Ignacio Prado Ochoa, pronunció las siguientes palabras:   PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS, GENERAL MARIANO IGNACIO PRADO OCHOA  Señores:  Hoy es el gran día de la Patria, de esta Patria que fundó el ilustre San Martín; y que  nosotros,  Representantes  del  pueblo,  debemos  consolidar.  Ella  viene atravesando por rudas pruebas. Dios quiera seamos tan patriotas y tan dichosos que podamos guiarla a la prosperidad. En el nombre de Dios Todopoderoso se abren  las  sesiones  de  la  Cámara  de  Diputados  del  Congreso  Ordinario  de 1874.


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