LA
REVOLUCIÓN QUE ESTREMECIÓ AL MUNDO
Ningún otro acontecimiento ha tenido un
efecto tan decisivo en el mudo moderno como la Revolución Rusa de 1917, puesto
que dio comienzo a una nueva era en la historia de Rusia: transformó a un país
subdesarrollado en una superpotencia industrial y militar y alteró
fundamentalmente el modelo de relaciones internacionales. Sobre todo, inauguró
la era de las revoluciones modernas. Al demostrar que los marxistas podían
conquistar el poder y establecer su dictadura del proletariado socialista, los
bolcheviques sirvieron de inspiración a loa revolucionarios de todo el mundo
para emular su victoria. Después de 1917, el mundo nunca más volvería a ser el
mismo. La Revolución Rusa marca un hito en la historia de la humanidad. Es
innegable que el proceso empezado en octubre de 1917 era inédito, pues los
trabajadores organizados al lado del campesinado y soldados, tomaron el poder,
se posesionaron del Estado y de sus instituciones y, por si fuera poco,
lideraron la construcción de una nueva estructura en la vida de las personas:
el Socialismo.
SIGNIFICADO HISTÓRICO
Resulta imposible considerar cualquier
fenómeno político de la Rusia contemporánea sin aludir a su clase intelectual.
Toda tendencia o movimiento de carácter progresista debía enmarcarse en
posturas intelectuales que servirían como elementos de empuje o detención del
mismo. La constatación de una posibilidad efectiva de llevar a cabo la esperada
o temida revolución afectó a todos los integrantes de la intelligentsia rusa;
muchos configuraron años más tarde la vida cultural bajo las nuevas formas
soviéticas impuestas tras 1917. Existieron pensadores y políticos
que hicieron del programa soviético un dogma religioso, y
pretendieron trasplantar las medidas económicas y políticas de esta experiencia
a otras realidades, cayendo en un enfoque mecanicista y dogmático, que
evidenciaron con patética crudeza años más tarde al desintegrarse la Unión
Soviética. En cuatro décadas de proceso revolucionario, la URSS se erigió en la
pionera de los viajes espaciales. Los trabajadores, que durante el zarismo
vivían explotados, pasaron a ser amos de un futuro que planificaron alcanzar.
La historia, sabemos, se hace en larga duración y en siglos de consolidación,
por ello, este proceso pionero no es el único que la humanidad
proyecta. La idea de que un pueblo pobre, trabajador, formado por
campesinos en su mayoría, pudiera hacerse con el poder se difundió por el mundo
y sedujo a muchos. No obstante, el talante dictatorial de Stalin acabaría con
el sueño. Es la primera revolución proletaria que resultó vencedora
y posiblemente el acontecimiento que más ha influido en el devenir del siglo
XX. Además, permitió el surgimiento de una de las dictaduras más brutales y
sangrientas de la historia: El Stalinismo.
Resulta de lo más curioso (por no decir sorprendente) que esta revolución, en contra de las previsiones de Karl Marx, se haya producido en un país atrasado, semifeudal, de predominio rural y con el peso asfixiante de la autocracia zarista sobre un territorio que sólo merced a las inversiones extranjeras, fundamentalmente francesas y británicas, iniciaba un lentísimo despegue a la industrialización. Recordemos tan solo, que Marx había pensado que la revolución socialista habría de darse, al menos, en una de las grandes potencias industriales de aquel tiempo, especialmente en su patria, Alemania, pero también Inglaterra o Francia, aunque posiblemente haya tenido en mente también a EE.UU. Con la Revolución, en la antigua Rusia zarista se destruyó el modelo civilizatorio imperante, al suprimirse la propiedad privada e implantarse el primer estado obrero de la Historia.
La Revolución se expandió por el mundo,
llegando a triunfar en varios países. Ha servido de inspiración a
partidos políticos de izquierda y a gran cantidad de movimientos
revolucionarios en todo el mundo; algunos llegaron al poder como en China, Cuba
y Nicaragua, mientras que otros se quedaron solo en la fase subversiva, como
Sendero Luminoso y el MRTA, en Perú, las FARC y el ELN, en Colombia o el EZLN
en México. En países como España o Chile, el socialismo (entiéndase como Comunismo)
llegó al poder por la vía democrática, pero fue defenestrado por la fuerza de
las armas. En España, Manuel Azaña fue derrocado por Francisco Franco, tras una
sangrienta guerra civil, que se convertiría en el preludio de la II Guerra
Mundial, mientras que en Chile, Augusto Pinochet derrocó al presidente Salvador
Allende, con apoyo de la CIA. Durante la Guerra Fría, la URSS se convirtió en
la superpotencia, que rivalizó con EE.UU. por el control y la
supremacía ideológica en el mundo, extendiendo sus redes por toda Europa
Oriental (Polonia, Rumania, Hungría, Alemania Oriental, Checoslovaquia,
Bulgaria, Albania y Yugoslavia), mientras que fomentó sendas revoluciones en
distintos países de Asia y África, que, una vez triunfantes, se convirtieron en
sus aliados incondicionales, tal como ocurrió en Corea del Norte, Laos,
Camboya, Birmania, Angola, Mozambique o Madagascar y en el caso de América, en
Cuba. Aún hoy, a un siglo de haberse producido, la Revolución Rusa y sus
ideales siguen inspirando a multitud de líderes, la mayoría latinoamericanos,
que, añorando los viejos tiempos, han intentado implantar en sus respectivos
países lo que ellos han llamado El Comunismo del Siglo XXI.
Pero las clases populares de todo el planeta tienen hoy motivos para no olvidar el legado de la Revolución Rusa: los masivos desplazamientos de población, producto de las guerras, la desigualdad y lacerantes carencias; la crisis medioambiental, con la amenaza de la extinción de la propia especie humana; el retroceso en los derechos humanos y la marginación de la mujer; la crisis de la democracia en todo el planeta?son situaciones que nos invitan a volver la vista atrás y mirar a aquellas masas populares que, en la Rusia zarista, nos abrieron el camino de la emancipación y la libertad.
Pero las clases populares de todo el planeta tienen hoy motivos para no olvidar el legado de la Revolución Rusa: los masivos desplazamientos de población, producto de las guerras, la desigualdad y lacerantes carencias; la crisis medioambiental, con la amenaza de la extinción de la propia especie humana; el retroceso en los derechos humanos y la marginación de la mujer; la crisis de la democracia en todo el planeta?son situaciones que nos invitan a volver la vista atrás y mirar a aquellas masas populares que, en la Rusia zarista, nos abrieron el camino de la emancipación y la libertad.
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FUENTES
“Atlas de la historia Universal” –
The Times-El Comercio
“Del Domingo Rojo al Sóviet” – José
María Solé Mariño. Cuadernos de Historia 16 Nº 240. La revolución de 1905
“Historia de la humanidad” –
Lumbreras Editores
“Historia de la Revolución Rusa” –
León Trotsky
“Historia del Mundo”
- Josep Pijoan , tomo 5
“Historia
Universal” – Instituto Gallach . Mundo Contemporáneo
"La Revolución Rusa" - Diego Jiménez, La Voz de Murcia, 6/11/17
"La Revolución Rusa" - Diego Jiménez, La Voz de Murcia, 6/11/17
ACTIVIDAD
Realiza un juicio crítico sobre la trascendencia de la Revolución Rusa
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