lunes, 27 de julio de 2020

La Inquisición

EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN

"Auto de Fe de la Inquisición" (1812-1819),  cuadro del pintor español Francisco de Goya y Lucientes que representa la lectura de sentencia  de acusados por el tribunal, quienes aparecen vestidos con el típico sambenito.

Fue la institución religiosa creada por la Iglesia Católica con la finalidad de proteger la Fe verdadera de la acción negativa de los herejes, protestantes, judaizantes y hechiceros, que difundían ideas erradas o tergiversadas se la fe o que la atacaban constantemente.

Es una de las instituciones más desprestigiadas y incomprendidas de toda la historia de la humanidad. En su época de apogeo fue la más respetada pero a la vez, la más odiada y temida. ¿Por qué tanto odio y temor? ¿Cómo una institución religiosa destinada a proteger la Fe de las amenazas comunes de una época fue tan mal vista por la población? ¿Por qué se convirtió en el blanco de todos los ataques y críticas de los no católicos, del pueblo e incluso de muchos historiadores? Hasta hoy mal prestigio la persigue a pesar de haber dejado de existir hace más de un siglo. La razón de tal fama estaría en que continuamente se confunden -maliciosamente la mayoría de veces- a dos instituciones aparentemente su origen, en sus atribuciones y en sus procedimientos, la Inquisición Medieval y la Inquisición Española, siendo la mayor sus diferencias, el carácter mixto (estatal-eclesiástico) del tribunal español, lo que indica su dependencia de la Corona; el tribunal de Lima fue tan sólo in distrito de la segunda. Otra razón sería que a menudo se le achacan a la Inquisición muchas de las torturas y ejecuciones realizadas por los tribunales civiles del resto de Europa, que a menudo protegían sus intereses políticos utilizando como instrumento de intimidación a diversos tribunales religiosos, especialmente de la iglesia anglicana.

El Escudo del Tribunal llevaba en la parte izquierda una rama de olivo, que representaba el perdón y la reconciliación para los arrepentidos. Al centro, la Cruz, que representa a la religión Católica, y al extremo derecho, una espada, símbolo del poder Real, al cual entregarían a los procesados que no admitiesen su culpabilidad. Éste sería el que administre tormento y ejecute las condenas.

La mayoría de los herejes negaba la existencia del Infierno, del Purgatorio, de la divinidad de Cristo, e la Trinidad, incluso del Juicio Final, además, la mayoría anunciada la pronta llegada de Cristo y del fin del mundo[1] Ante tal avance, en el Concilio de Verona de 1184, el Papa Lucio III dispuso que los obispos realicen Inquisición (investigación) a los sospechosos de herejía. El término se generalizó para la creación del Tribunal de la Fe, dirigido por los Frailes Predicadores (los dominicos), que fueron conocidos desde entonces como Inquisidores, que sólo veían las sanciones espirituales y entregaban a los sospechosos y culpables a las autoridades judiciales para que les aplique las Leyes Reales y los castigos respectivos. Su accionar fue al principio restringido, pero desde el siglo XIII, extendió su poder y su radio de acción, llegando a América en el siglo XVI. 

En 1320, por orden del papa Juan XXII, La Inquisición reconoció la magia y la adivinación como delitos de Hechicería y debían de ser combatidos con misas para lograr el arrepentimiento y la conversión del inculpado, reconciliándolo con la sociedad salvando sus almas, sus vidas y sus bienes; tal era el verdadero objetivo de la Inquisición. Por lo todo lo expuesto, es fácil entender el origen de esta "Leyenda Negra", leyenda que se tratará de desmitificar con el análisis de cada una de estas instituciones, para que el lector saque sus propias conclusiones.

LA INQUISICIÓN MEDIEVAL
En Europa, la Inquisición surgió lentamente como un instrumento destinado a la defensa de la Fe cristiana y de la sociedad en tiempos en que ambas se encontraban amenazadas por la influencia perniciosa de los herejes, siendo considerado como una herejía todos aquellos pensamientos y actos que atenten contra los dogmas, tradiciones, enseñanzas, sacramentos, ritos y creencias cristianas; por lo tanto, los herejes eran vistos como una amenaza para la existencia de la Iglesia y la salvación de las almas de los creyentes, que podrían aceptar como ciertas las ideas erradas de los herejes, que no sólo atentaban contra la Iglesia públicamente, sino también contra el Estado -encarnado en sus autoridades, leyes y sistema económico- y contra el orden público.

Hasta los libros eran controlados, ya que la generalización de la imprenta ponía al alcance de todos, las obras heréticas e ilustraciones prohibidas; es así que ningún libro podía ser publicado sin la autorización de la Inquisición. Muchos fueron prohibidos y quien los poseía cometía delito. Para ejercer tremendo control, era necesaria la ayuda permanente de los fieles, quienes mantenían informado a los inquisidores y de las autoridades, sin cuyo apoyo no hubiera tenido tal poder; y es que en esa época, todos los monarcas cristianos tenían la obligación de defender la Fe. Muchos de los perseguidos por la Inquisición se veían obligados a huir hacia los países protestantes como Inglaterra o Alemania, pero la intolerancia, el dogmatismo y la subordinación total de las iglesias reformadas al Estado, degeneró en intensas persecuciones y matanzas, sin ningún tipo de juicio u oportunidad de arrepentimiento o perdón, tal como sí los ofrecía el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA
El período de la Reconquista estuvo dominado por la intolerancia religiosa entre cristianos y musulmanes, donde cada persona veía a los otros de diferente religión a un enemigo de Dios y del rey, con los cuales estaba en una lucha constante por la supervivencia y el dominio absoluto del territorio. Su establecimiento en el siglo XV obedeció a dos motivos importantes:

1-EL PROBLEMA JUDÍO Fue el motivo principal para su establecimiento en España. Las crisis agrícolas de los siglos XIV y XV, además de la Peste Negra que sacudieron Europa medieval, empobrecieron dramáticamente a la población, incluso a algunos gobernantes. Los únicos que consolidaron su posición económica incrementando sus fortunas fueron los prestamistas judíos, cuya religión no consideraba a la usura como pecado, lo que les permitió amasar grandes fortunas construidas a costa de los altos intereses cobrados a sus clientes. Muchos de ellos tenían más dinero que sus monarcas, a los cuales prestaban cuantiosas sumas de dinero. El antisemitismo pues, tuvo específicamente una causa económica, que se incrementó con la percepción de que los judíos formaban una nación al interior de otra, un pueblo carente de Estado ansioso de obtener uno. Y si se agrega que para evitar la marginación y las persecuciones muchos judíos se volvieron Cristianos Nuevos y lograron alcanzar bienestar económico y altos cargos políticos, pero seguían practicando en secreto el Judaísmo, proporcionando motivos suficientes para que el pueblo, los gobernantes y la Iglesia quisieran acabar con ellos.

La Inquisición perseguía sólo a los judaizantes o marranos, tal como el pueblo los llamaba, así como a los islamizantes, judíos y musulmanes conversos que aún practicaban sus religiones tradicionales en secreto. Los judíos y musulmanes no con versos no eran perseguidos por ésta, ya que se tenía que ser cristiano para que el Santo Oficio actúe. Si los "marranos" abandonaban el Cristianismo cometían pecado mortal de Apostasía y como ser Apóstata significaba traicionar al Cristianismo, el Rey de España decreta la expulsión de los judíos no conversos, tal como antes lo habían hecho en Francia, Alemania o Inglaterra.

2-LA AFIRMACIÓN DEL PODER REAL Y EL SURGIMIENTO DE ESPAÑA Con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se crea el reino de España y se concreta la Reconquista del  territorio. Los judíos y los musulmanes eran vistos como enemigos potenciales del nuevo gobierno por lo que se decreta su persecución y posterior expulsión en caso de no aceptar la conversión al Cristianismo. Paralelamente la convulsión política al interior del reino por parte de musulmanes y nobles inconformes con el nuevo orden político, territorial, económico, social y religioso. 

El Santo Oficio jugó un papel importante en el plan político de pacificación, centralización y consolidación del poder de los Reyes Católicos en la península se utilizó la recién lograda unidad religiosa para alcanzar la  unidad política.  Con la autorización del papa  Sixto IV  los reyes de España crean en 1478 el Consejo de la Suprema y General Inquisición con sede en Sevilla desde donde fue expandiéndose por toda España y sus colonias, llegando a un total de 14 tribunales en España y 3 en América  (México,  Lima  y Cartagena de Indias)


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INTERROGATORIO
Una de las cosas que más ha desprestigiada a la Inquisición es el empleo de la  tortura como  procedimiento  común  para obtener la confesión o el arrepentimiento de algún delito. Contrario a lo que se piensa, la Inquisición no inventó ningún  instrumento de tortura, sólo usaba aquellos que utilizaban los tribunales civiles de la época, pues en todo el mundo se  recurría  a ella sin importar su religión. La Inquisición era  menos sangrienta que muchos tribunales civiles y protestantes, que incluso seccionaban los cuerpos y se torturaba por tiempo ilimitado, llegando incluso a causar la muerte. El tormento era usado sólo cuando, a pesar de las pruebas y los testigos, el acusado negaba su culpa.
Para que la confesión sea válida, al día  siguiente tenía que ser ratificada sin aplicación de tormento. Un notario escribía todo lo que el reo decía y un  médico verificaba que no se derramara sangre ni causara la muerte del  torturado. Era  aplicada  por  una hora y  cuarto como  límite, y  era  suspendida cuando peligraba la vida del inculpado o cuando éste confesaba.  Los tormentos más utilizados por la  Inquisición  española fueron: El castigo del agua, el potro de descoyuntamiento, la garrucha, el garrote, las mancuernas y el castigo del fuego. También se utilizaban los grilletes,  el cepo -individual y colectivo-, los azotes, etc.


SANCIONES Y CONDENAS
Estas variaban desde las oraciones, las penitencias, la asistencia a misa, los ayunos, las peregrinaciones y el uso del "sambenito" y la exposición pública para los delitos más leves, mientras que a los delitos graves se condenaban con el destierro, las galeras, la cárcel y la pena de muerte, que podía ser ejecutada en la horca o el garrote, para los bautizados, mientras que la hoguera estaba reservada para los no cristianos. A pesar de todo, la mayor parte eran condenados al  pago de impuestos y  la  confiscación de sus bienes. He ahí la razón de su riqueza.




LA INQUISICIÓN PERUANA
El Tribunal de Lima fue creado por el rey FELIPE II en 1569, como una filial de la Suprema y General Inquisición Española con sede en Sevilla. Los motivos de su instalación en Lima fueron: 1) El relajamiento de la moral pública de los conquistadores, 2) El problema de los judíos,  que se establecieron en el Virreinato peruano a pesar de estar  prohibidos de hacerlo y, 3) Evitar la propagación de los herejes, que estaban provocando enfrentamientos religiosos  similares a los de Europa. El Tribunal de Lima entró en funcionamiento durante el gobierno del virrey Francisco de Toledo en 1570,alquilando un local frente a la iglesia de La Merced, trasladándose luego a la antigua casa del primer alcalde de Lima, Nicolás de Rivera, “El Viejo” donde funcionó hasta su abolición en 1820 por el libertador José de San Martín. Llegó a ser la más poderosa de América, cuya jurisdicción comprendía toda América del Sur, exceptuando Brasil, hasta la creación del Tribunal de  de Indias en 1610.
El Tribunal limeño se componía de un par de clérigos seculares que oficiaban de Inquisidores distritales o que eran  nombrados por el Inquisidor General que a su vez era nombrado por el Rey de España. Era la máxima autoridad y tenía a su servicio a los Comisarios de Panamá, Quito, Cusco, Arequipa, Huamanga, Paita, Potosí y La Plata. Los inquisidores eran secundados por un fiscal que acusaba y demandaba la pena, un médico, un escribano y una serie de funcionarios y  empleados entre  los que estaba el verdugo, encargado de ejecutar la condena. Los inquisidores no eran fanáticos ignorantes, como muchos pueden creer, todos eran doctores en Derecho Civil y Canónico, catedráticos de la Universidad de San Marcos, y algunos llegaron a ser rectores de ésta. Dependían directamente del Rey de España y no del Papa, como en los orígenes medievales de  la Inquisición europea. Algunos inquisidores eran tan poderosos, que incluso se enfrentaron públicamente a más de un Virrey. De los tormentos ya mencionados, el  único que no se aplicó en el Tribunal de Lima fue el castigo del fuego.



En toda su historia, el Tribunal de Lima procesó a 1500 personas, de ellas 100 fueron torturadas y 32 fueron  condenadas a muerte. De éstos, 16 murieron en la hoguera y 16 en el garrote. 22 eran judaizantes, 6 luteranos, 2 herejes, 1 alumbrado y uno del cual se desconoce la razón de su ejecución. De ellos, 15 eran portugueses, 9 españoles, 3 ingleses, 2 flamencos, 1 limeño y 1 tucumano. Sólo uno era criollo. Sólo una era mujer.

HISTORIOGRAFÍA

La existencia de esta institución ha desatado una serie de críticas, muchas de ellas parcializadas, desde un punto de vista anticristiano y, especialmente, anticatólico. Muchos son  los videos que se han hecho y que son transmitidos por los canales culturales de la televisión por cable , y ni hablar de aquellos que pululan en internet, hechos por youtubers sensacionalistas. Pocos son los que abordan el tema de una manera imparcial. entre las publicaciones escritas, la situación es similar, tanto en  los países donde funcionó el tribunal como en aquellos donde no. 
En nuestro país se han hecho una gran cantidad de publicaciones históricas y novelas de ficción. El primero es el que podría llamarse el libro oficial de la inquisición peruana, pues fue escrito por el historiador Fernando Ayllón cuando éste ocupaba la dirección de este museo. Los otros estudios históricos son bastante variados; desde historias generales hasta el estudio de casos particulares como la censura de libros y el tema de género.



Mención especial merece el libro de Ricardo Palma, que es muy diferente a sus famosas  Tradiciones Peruanas, puesto que este es un estudio histórico que realizó en base a los documentos que sobre la inquisición y sus procesos existían en la Biblioteca de la Nación antes de la Guerra con Chile y el posterior saqueo del que fue víctima nuestra primera biblioteca por las tropas invasoras. Un basto ensayo que no le envidia nada a las mejores publicaciones históricas.


Hay otras publicaciones, algunas de carácter sensacionalista, como el publicado por Artidoro Cáceres en la revista semanal Globo, que él mismo dirigía durante los últimos años de la década de 1980, como parte de una colección titulada Torturas y Suplicios. Cinco mil años de crueldad humana, donde en varias entregas se abordaban distintos periodos históricos donde estas prácticas fueron comunes. Desde el punto de vista psiquiátrico, Hermilio Valdizán, en Locos de la Colonia, presenta diversos casos de trastornos mentales bien identificados actualmente, que en tiempos coloniales fueron tratados como hechicería, posesión satánica y más, por tanto, sometidos a la Inquisición. Por último, tenemos los tres tomos de La Inquisición de Lima, de los historiadores españoles Paulino Castañeda y Pilar Henández Aparicio, un basto estudio del tribunal limeño en tres etapas (1570-1635, 1635-1696 y 1696-1820), publicados desde 1989 hasta el año 2000.



En el campo de la literatura, la oferta es mayor. Desde la más rigurosa literatura histórica hasta la más pura fantasía narrativa. Algunas tienen a la Inquisición española o a uno de los otros tribunales como fondo para una historia épica, de amor o misterio, mientras que otras tratan de recrear literariamente algún hecho histórico como fue el caso de La Gesta del Marrano, que se relaciona con el hecho histórico de la ejecución de varios judaizantes portugueses y tucumanos en Lima, quienes habrían venido hacia América huyendo de la Inquisición portuguesa, instalándose en el Virreinato del Río de la Plata para luego venirse a Lima, donde fueron capturados y ejecutados en la hoguera. 






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FUENTES:
1. "Atrocidades en nombre de Dios" - Artidoro Cáceres, en Torturas y Suplicios N° 3
2. "El Tribunal de la Inquisición, de la leyenda a la historia" - Fernando Ayllón
3. "Guía del museo del Congreso" - Fernando Ayllón
4. "Historia del Perú - La Colonia" - Pablo Macera Dall´orso
5. "Historia del Tribunal del Santo Oficio" - Fernando Ayllón
5. "Inquisición: Época de torturas, crímenes y terror en Lima" - RTV, Nros 4 y 5
6. "La Tortura, esa infamia que aún persiste" - Somos, N° 560, 30/09/97
7. "Virreinato" - Expreso-INC





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