EL GOBIERNO DE SAN MARTÍN EN HUAURA: DESPLIEGUE Y MOVILIZACIÓN POPULAR
POR JOSÉ
FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
Entre noviembre de 1820 y marzo del
siguiente año, en Huacho y Huaura se constituye un Regimiento de Cívicos, conformado por 6 compañías y 3 escuadrones,
con un total de 708 hombres y 669 caballos. Integrados por patriotas de Huacho,
Huaura, Végueta, Mazo, Caral, Peñico, Hayba y otras localidades aledañas. El
regimiento huachano esta conducido por notables de la localidad. To-dos
ofreciendo sus servicios como voluntarios en la forma más valerosa a la causa
libertaria. San Martín forma los grupos guerrilleros, bajo el comando de
Francisco Vidal, Andrés Reyes y Cayetano Quiroz, figurando también José de
Asué, Luis Rissi, Tomás Quintín, Juan Muñoz, Francisco Villanueva, Domingo
Fonseca, los hermanos Juan y Doroteo Santos, y Francisco y Tomás Manrique,
entre otros. Se dispone el entrenamiento militar intensivo de todos los nuevos
batallones a cargo de oficia-les y clases en Barranca, Supe y Humaya, para el
diestro manejo de armas. Se distribuyen explora-dores entrenados y conocedores
de sus zonas, a todos los lugares de la región central del país.
El mes de diciembre de 1820 es
fructífero para los patriotas. Por invitación de San Martín, el criollo marqués
Bernardo de Torre Tagle y otros nobles aristócratas criollos, apresando a los
chape-tones, en una residencia proclamaron la independencia de Trujillo el 4 de
diciembre. En Huánuco, los cabildantes y vecinos, con el respaldo de los
guerrilleros al mando de Álvarez, proclaman la inde-pendencia de dicha ciudad.
Del mismo modo, el 27, el alcalde mayor Juan Manuel Iturregui Aguilarte y los
cabildantes de Lambayeque capitán Saco Oliveros, José Leguía Meléndez y
miembros de la logia masónica local acuerdan proclamar la independencia ante el
pueblo, desde el balcón de la casa de la logia. Como se ve son actos con sabor
aristocrático y una pizca de presencia popular. .
La primera semana de diciembre
suceden también dos acontecimientos militares importantes: el del día 2 de
diciembre, los americanos del batallón Numancia
de 800 plazas se entregaron al ejército patriota en Huachoc, Retes, cerca de
Sayán; por tal motivo, los realistas redoblaron su celo para con sus oficiales
criollos y mestizos. En esta ocasión algunos oficiales criollos virreinales se
pasaron al bando patriota, como Agustín Gamarra, Velasco y Eléspuru. El otro
hecho fue el día 6, cerca de Pasco tuvo lugar el único triunfo de los patriotas
frente a los realistas, cuya caballería co-mandada por el entonces realista
coronel Andrés Santa Cruz, se pasó luego al lado de los patriotas. Obviamente,
los grados militares se respetaban y a veces se les premiaba con automáticos
as-censos.
Por los hechos, Huaura se constituyó en la
sede provisional del Perú independiente, la prime-ra capital en su historia,
por ser el eje de las operaciones militares. Donde el libertador recibía la
constante adhesión de vecinos y pueblos del norte y centro del país. Dirigía
las guerrillas y monto-neras que bloqueaban Lima. También en Huaura se dio el Reglamento Provisional, la primera carta
política de estado que estaba naciendo, importantes decretos, como el que
garantizaba la devolución por el Estado de las aportaciones los ciudadanos y
vecinos de las provincias libres, para auxiliar al ejército libertador; que da
libertad a todo esclavo que se alistara en las filas patriotas.
En Paita, a principios de marzo de
1821, días de gran trajinar, un acontecimiento llenó tam-bién de alegría al
Libertador: los hermanos Victoriano y Andrés Cárcamo, convenciendo a otros 7
compañeros tripulantes, lograron tomar
para la patria el pailebote correo español Sacramento, que había salido del Callao rumbo a Panamá. Entre los
pasajeros había altos funcionarios y oficiales realistas. Este hecho fue
comunicado a las autoridades de Piura y Trujillo, como a los patriotas del
norte chico. San Martín dispuso el traslado del Sacramento y sus rehenes a Huacho.
Importante fue la dación del Reglamento Provisional, por el cual
eleva a Huaura en capital del departamento de la Costa y Huacho adquiere la
categoría de capital de distrito, al igual que Sayán, Végueta, Barranca, Supe,
Pativilca, Ámbar, Aucallama, Huaral, Chancay, Checras y Paccho. Re-conociendo
así a los pueblos del interior que demostraban un generoso compromiso en favor
de la independencia. La abundancia de toda clase de recursos de sus valles y
quebradas, la cercanía del mar para sortear cualquier peligro por los puertos
de Chancay, Huacho y Supe.
La generosidad y patriotismo
conmovían al Libertador. En lo estratégico y táctico de comunicación y
abastecimiento; la abundancia de ricos y variados cultivos, ganado y minería,
clima benigno, permitieron a San Martín, tender una línea defensiva, cuyos
desiertos al sur la aislaban al enemigo y por el norte la retirada estaba
asegurada por el puerto de Supe. En Huaura el libertador estuvo 6 meses y días,
elevando sus tropas a 8 mil plazas, pero antes, lamentablemente, habría de
sufrir el flagelo de la grave peste, diezmando gran parte de las fuerzas
patriotas, que a la vez, retarda y da tregua al enemigo que a falta de recursos
también pasaba graves apuros en Lima.
“Cuando el ejército de San Martín fue diezmado por
la peste y muchos soldados perecieron
en el hospital de Huaura, vinieron a
salvarlo los reclutas de las provincias aledañas, cuyo núme-
ro alcanzó cifras bastante
elevadas, mientras los guerrilleros acosaban a los realistas en los
al-
rededores de Lima.
Como lo ha señalado Raúl Rivera
Serna en su esclarecedor trabajo sobre
la acción de los
guerrilleros del centro, desde 1821 en que las fuerzas realistas, luego
de aban-
donar la capital establecieron su base
de operaciones en el valle del Mantaro, hasta 1824”.
Penosa, pero de profunda
significación humana, única en la historia de la independencia, que ninguna
contribución fue tan decidida como la de los patriotas, entre ellos muchas
damas del norte chico, que se encargaron de cuidar y aliviar a los miles de
enfermos afectados por la peste, hacien-dose cargo de los numerosos hospitales
de campaña donde murieron muchos soldados patriotas ex-tranjeros, pero de
inmediato reemplazados por los varones hábiles de la antigua provincia de
Chancay, para engrosar además las guerrillas y montoneras y así continuar
cercando Lima.
En Huaura se funda El Pacificador, vocero oficial del
Libertador, para sostener los principios liberales, bajo la dirección de
Monteagudo. También se publicó La Gaceta
de Huaura, para difundir las proclamas y comunicados a todos los pueblos.
Las guerrillas y montoneras, estaban en manos de sectores medios provinciales,
en quienes posteriormente recaería el gobierno local republicano. Des-de aquí
San Martín mantuvo contacto con todas sus fuerzas desplegadas por todo el norte
chico, que operaban por mar y sierra, coordinaba el asedio de Lima, bajo la
dirección de Cochrane y Álvarez de Arenales. Contaba con producción de
exquisitas frutas de los valles de Huaura y Sayán. Lamentablemente, por el
hacinamiento y la poca higiene, la peste invadió el ejército patriota.
Pero, la estadía en Huaura, tuvo
duras críticas del propio Arenales, Cochrane y Miller. Para unos historiadores
fueron injustas; otros, explican que respondía a la estrategia del gobierno
chileno: “hacerlo todo con la anuencia de
la aristocracia criolla y, en lo posible, sin derramamiento de sangre.
Obviamente, además de la peste que asoló a los patriotas, que impedían el golpe
final. Pero los realistas tampoco estaban bien en Lima, a pesar del apoyo
criollo; ya no había alimentos, vituallas y aprestos militares; cercados por
guerrillas y montoneras, como las de Quiroz, Huavique, Navajas y Elguera por la
sierra; y por el norte por Reyes y Vidal. Podría a decirse, que la retirada de
Lima, fue una oportuna y cedida acción al virrey La Serna, y a la vez, una
derrota estratégica de San Martín, pues el tiempo favorecía y perjudicaban a
ambos, indistintamente para alzarse con el triunfo final.
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