miércoles, 23 de octubre de 2013

El Caso Dreyfus

CIEN AÑOS DE UN ARTÍCULO HISTÓRICO*
Yo Acuso! Han transcurrido 115 años desde que fuera publicado por Emile Zola en el diario La Aurora en 1898. Todo un hito en la historia de la prensa, de la democracia y de Francia.

Han transcurrido 100 años de la publicación en el diario "La Aurora" del famoso artículo de Emile Zola "Yo Acuso", que, además de ser un hito en la historia del periodismo europeo, marcó profunda y duraderamente la evolución política de Francia, que trabajosamente se habituaba entonces, al régimen dela III República.

Emile Zola
Capitán Alfred Dreyfus
El impacto de "Yo Acuso" fue tan enorme que, a mediano plazo,  obligó a la revisión del proceso condenatorio del Capitàn Alfred Dreyfus, a la que hasta entonces se habían resistido la amplia y poderosa coalición de los antidreyfusistas de todos los colores políticos, a pesar de las abrumadoras pruebas de la inocencia del oficial. Este breve texto periodístico es considerado, con razón, la primera muestra de la influencia de los intelectuales en la vida política de Francia. Es también, sin duda, un síntoma patente de la influencia de la prensa y de su función de creadora de opinión, en un momento en que empieza a configurarse la moderna prensa de masas. Por su parte, el “Asunto Dreyfus” será la causa inmediata de la neutralización política del Ejército, transformada desde entonces en el “Gran silencio”.

Zola insta a la Justicia, que ciega como siempre,s
e resiste a ver el juicio a Dreyfus
En 1898, Francia no se había recuperado todavía del gran trauma que supuso la pérdida de Alsacia-Lorena tras la derrota en la Guerra Franco-Prusiana y la humillación de ver proclamado en Versalles el Imperio Alemán, el II Reich. La III República había echado a andar sin demasiada credibilidad y solo en 1875 se había dotado de un texto constitucional ambiguo que establecía una especie de República Parlamentaria, régimen no ensayado, pues Europa era todavía monárquica. El “Affaire” (como aún se le conoce en Francia) había empezado en 1894 con la detención del Capitán Alfred Dreyfus, acusado de espionaje a favor de Alemania. Un consejo de guerra lo condenó a deportación de por vida a la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa, en virtud de pruebas que pronto se demostraron falsas. La sociedad francesa se dividió radicalmente en dos, la de los “Dreyfusards” y las de los “Anti Dreyfusards”, y la línea de división pasó por el seno de familias, partidos, religiones e instituciones. 

Comandante Ferdinand Esterhazy,
el verdadero traidor
También la prensa quedó dividida, aunque al principio la mayoría de los periódicos levantó la bandera de la crítica y condena del “traidor” Dreyfus. Y a todo esto se sumó un nacionalismo ciego y agresivo que antepuso el “instinto nacional” y una cierta idea de honor del Ejército, a la verdad, a la justicia y los derechos humanos. 

El Estado Mayor no aceptaba la revisión del proceso, en nombre de la inamovilidad de la “cosa juzgada”, ni siquiera cuando se descubrió que el verdadero culpable era otro oficial, el turbio comandante Esterhazy que fue absuelto el 11 de enero de 1898, dos días antes de la aparición del artículo de Zola. 


Foto original del juicio a Alfred Dreyfus

El célebre artículo de Zola
George Clemenceau
En estas circunstancias Emile Zola, uno de los más prestigiosos escritores del momento, lanza su bomba periodística con la publicación de “Yo Acuso” en la primera plana de La Aurora, gracias a los buenos oficios de George Clemenceau, colaborador habitual del mismo y, según parece, autor del resonante titular. El periódico tuvo un tiraje de 300 mil ejemplares, más del doble de lo habitual. El texto adoptaba la forma de carta abierta al Presidente de la República y se compone de doce breves párrafos, desde los cuales ocho empiezan con un grandilocuente y reiterativo “YO ACUSO”. En cada uno de ellos Zola incrimina a los altos jefes militares responsables de las más grotescas y culpables maquinaciones,  contra Dreyfus, que han dado origen a una de las mayores iniquidades del siglo. Zola les imputa un ultraje contra la humanidad y contra la justicia con el único fin político de salvar al comprometido Estado Mayor. Zola señala también que al hacer tales acusaciones es consciente de que se expone a ser perseguido en virtud de cierto artículo de la Ley de Prensa de 1881. En las líneas finales, tras señalar que “queda a la espera”, se despide respetuosamente del presidente, que por cierto, no le hizo ningún caso. El texto produjo, efectivamente, el procesamiento de Zola, que fue condenado a pagar 3000 francos de multa y a doce meses de prisión, que evitó huyendo a Inglaterra.
Degradación de Dreyfus, ilustración  publicada por L'Journal

A partir de entonces, y a lo largo de los dos años siguientes, la trama vergonzosa del asunto Dreyfus se fue desenredando y la exigencia de reconocer la inocencia del Capitán y de rehabilitarle se fue abriendo camino lentamente y contra enormes obstáculos. El 16 de febrero murió el antidreyfusista Presidente Felix Faure y su sucesor Émile Loubet se mostró favorable a la revisión del proceso, que se llevó a cabo en 1899. Pero el nuevo proceso, celebrado en Rennes, volvió a condenar a Dreyfus. Loubet decide entonces ponerle fin a la interminable crisis y el 19 de setiembre de 1899 indultas a Dreyfus, que patrióticamente acepta la gracia sin renunciar a que se haga justicia, algo que no logra hasta 1906, año en que se le rehabilita totalmente. Dreyfus vivió hasta 1935 y en la I Guerra Mundial mandó como Teniente Coronel en una unidad de amunicionamiento.

En contra y a favor de Dreyfus. Presidente Felix Faure y su sucesor Emile Loubet
Alfred Dreyfus en los últimos años de su vida
El asunto Dreyfus representó una crisis de madurez del a Francia moderna y democrática y el “Yo Acuso” de Zola es la expresión de la supremacía de los valores propios del Estado de Derecho sobre las oscuras exigencia de la Razón de Estado…Se puso en marcha desde 1900 la republicanización del Ejército, que implicaba no solo su total sometimiento al poder civil, sino la aceptación por el cuerpo de oficiales de los principios democráticos.
Emile Zola
El “Yo Acuso” de Zola es uno de los artículos más famosos  de la historia del periodismo, no tanto por sus valores literarios, que no son relevantes, sino porque cumplió a la perfección la función de control y crítica que corresponde a la prensa en una sociedad democrática. Una función que alcanza el nivel de la excelencia cuando, al servicio de la verdad y de la justicia, sin partidismos, se atreve a apuntar con su dedo acusador a los poderes públicos que se han desviado del interés general. Zola acertó en el objetivo y en la expresión y por eso logró movilizar para la causa de Dreyfus a una gran parte de la opinión pública y de los intelectuales.


¿Quién mencionó el Caso Dreyfus? es lo que reclama uno de los comensales en medio de la trifulca familiar. 
Esta caricatura muestra lo dividida que estaba la sociedad francesa ante el Caso Dreyfus, a tal punto que en el seno 
de una misma familia podían haber virulentos y rabiosos simpatizantes de ambas facciones.

Alfred Dreyfus
Cuatro imágenes a partir del episodio original de la degradación pública del Capitán Alfred Dreyfus
Ilustración del diario L'Journal sobre el juicio a Dreyfus

Cautiverio de Dreyfus en la Isla del Diablo

Dreyfus y sus hijos

Zola

Esterhazy

Loubet




Película francesa sobre le tema

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(*) Tomado del artículo homónimo de Alejandro Muñoz-Molina, publicado en el diario El Comercio del 19 de enero de 1988, extracto del ABC de Madrid, España de enero de 1998.

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