miércoles, 23 de noviembre de 2016

El Norte Chico en la Independencia Nacional

EL NORTE CHICO EN LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

Según la tradición, el 27 de noviembre de 1820, el Generalísimo Don José de San Martín proclamó por primera vez la independencia del Perú en el famoso Banlcón de Huaura, aquí en una representación por la independencia.
Siempre hemos escuchado de la importancia de José de San Martín para nuestra independencia; que vino desde Argentina a  liberarnos de la opresión; que desembarcó en la Bahía de Paracas, que a partir de un sueño creó la primera bandera nacional, que el primer escudo patrio representaba la bahía de Paracas, que envió la expedición de arenales para reclutar montoneros en la sierra sur y centras y varias anécdotas más.Pero si sacamos cuentas, veremos que entre Paracas y Pisco estuvo poco tiempo, a diferencia de su estadía en el norte limeño, donde se quedó con poco más de un año y de ello solo se mencionan dos hechos: La proclamación de la Independencia en Huaura y la llegada de Arenales con los refuerzos que había conseguido en su travesía por los Andes. Será posible que en más de un año solo haya hecho dos cosas? 


Desembarco de San Martín y el Ejército Libertador en Paracas. ¿No hay un cuadro sobre su desembarco en Huaura?
A continuación reproduzco un artículo de José Fernández Sánchez (de quien ya traté en una publicación del 2013), quien se ha dedicado a investigar -desde la perspectiva de la historia regional- sobre este y otros temas que tiene como escenario el llamado Norte Chico de Lima.

José Fernández Sánchez y su libro dedicado a destacar la participación de los pobladores del
norte de Lima en la Independencia


APOTEÓSICA CONGREGACIÓN DE PATRIOTAS EN EL 
NORTE CHICO
(Por José Fernández Sánchez)


DONDE SE NARRA LA ESPONTÁNEA Y DECIDIDA PARTICIPACIÓN DE LOS PUEBLOS EN LA INDEPENDENCIA
Recordemos que ya antes de la llegada de San Martín a Pisco el 8 de setiembre de 1820 se había producido en Supe la Primera Declaración de Independencia del Perú el 5 de abril de 1,819 con la participación de Andrés Reyes, el Presbítero Cayetano Requena, Francisco Vidal , Remigio Silva (de Huaura), Pedro Sayán (de Barranca), los hermanos Juan Manuel Fonseca, Juan Franco, Manuel Villanueva, el zambo Luis Risco y entre otros, los que se vieron precisados a embarcarse con el almirante patriota Thomas Cochrane hacia Chile, donde pelearon en la toma de Valdivia, consolidando así la independencia de dicho país. 


Los argentinos Tomás Guido, José Joaquín de Olmedo, Toribio Luzuriaga y el escocés Thomas Cochrane, colaboradores de San Martín que estuvieron en el Norte Chico
Al año siguiente regresaron con la expedición libertadora. De ahí que los primeros días de noviembre de 1820, los pueblos del norte chico ya constituían centros de congregación de autoridades civiles y militares, jueces, marinos, abogados, alcaldes, funcionarios, médicos, priores y párrocos, de Barranca, Supe, Huaura, Huacho, Chancay, Huaral y sus serranías; entre criollos, mestizos, indios y negros; para expresar abiertamente su apoyo y compromiso con la causa libertaria, siguiendo el ejemplo de los primeros líderes próceres de esa región. Sermones patrióticos dentro y fuera del púlpito eran frecuentes en los pueblos más recónditos de valles y quebradas de la luego provincia de Chancay. En algunos de ellos, como reguero de pólvora corrían las inquietantes noticias de los desplazamientos por mar y tierra de la expedición y de sus requerimientos; en tanto, las tropas realistas se iban replegando hacia Lima.

Ruta del Ejército Sanmartiniano en el Perú

Por fin, la expedición arriba a Huacho, pueblo de 6 mil habitantes, indios en su mayoría, con su cacique Baltazar de la Rosa, dando la bienvenida al general San Martín, con los aplausos más entusiastas y esperanzadores que pueblo alguno haya brindado. Desembarcan los días 10, 11 y 12 de noviembre de 1820, en las playas de Huacho, Carquín, Ruquia, Végueta, Tambo de Mora, Medio Mundo y Supe. El 17 toda la infantería se dirige e instala en Supe al mando del general Las Heras. Los granaderos a Caballo en Huaura; y los cazadores a Caballo se quedan en Huacho, que por una semana es la sede del cuartel general del libertador, luego el 20 se establece en la villa de Supe. Siendo recibido por sus vecinos con gran euforia y ceremonias cívicas; los batallones se instalan en las casonas, locales públicos y fundos. Algunos cuerpos se trasladaron luego a Barranca y Pativilca. el mismo San Martín habría dicho:  "Por esta costa todos los pueblos se han pronunciado en nuestro favor: las provincias de Guaylas, Conchucos, Guarmey, y hasta Casma y Piura han hecho su revolución.También tengo noticias, que Trujillo, Huánuco y Lambayeque han seguido este ejemplo; nuestra caballería está situada en Huaura y Huacho, y la Infantería en Supe. El enemigo tiene una división en Chancay de 2 mil hombres…”

Generalísimo José de San Martín
Ningún lugar en el Perú dio una espontánea y fervorosa recepción como la dada por los pueblos del norte chico a la expedición libertadora, durante esa semana de noviembre de 1820. Fue en realidad un extraordinario acontecimiento histórico único, lamentablemente hasta ahora desmerecido con el olvido de la historia oficial. Pero felizmente están minuciosamente descritas las acciones de este pueblo generoso y patriota en diversos documentos oficiales, que hermanan a indios, esclavos negros, mestizos y criollos; agricultores, pescadores, artesanos, comerciantes, hacendados, religiosos, funcionarios, autoridades, jefes de montoneras, entre otros. Que sería difícil signarlos en este material, tan extra-ordinaria epopeya. Salvo algunas referencias registradas bastan para evaluar su importancia y trascendencia.

El 14 de noviembre, estando aun en Huacho, San Martín dispuso la inmediata construcción de 3 reductos en el morro que domina la parte sur del puerto, sobre el Boquerón de la Viuda, para defender toda la bahía de Huacho, a su vez un muelle para facilitar el embarque y desembarque a cargo del ingeniero francés Alberto D’Albe; también, unas defensas en la isla Don Martín, frente a Végueta, y luego otras defensas en Huaura. Obras que se hicieron con prontitud y esmero con el absoluto respaldo de la población nativa.
               
Otra forma de bienvenida poco conocida es el papel histórico de los religiosos. Mientras el Papa y los obispos condenaban la insurgencia, “que los hijos de Dios debían combatirlos y huir de ellos”, muchísimos fueron los curas patriotas que apoyaron con sus ingresos económicos, como capellanías o dirigiendo partidas de guerrillas para sostener al ejército libertador. 


Ipinze y dos de sus obras
Bien lo dice el historiador chancaino Jesús Elías Ipinze en su obra Antecedentes históricos de la provincia de Chancay: “El Libertador, sus edecanes, generales, ayudantes, jefes, desembarcaron el 12 de noviembre y el mismo día avanzó hasta Huaura, a caballo, en compañía del general  Las Heras, el almirante  Cochrane  y otros personajes. Los vecinos de  Huacho, Huaura, del puerto y de la campiña presentaron  su saludo y ofrecieron su adhesión a la causa de la libertad. Ingresó a  Huacho por el Callejón del puerto hasta la  plaza principal, para  seguir por la amplia calle de  Malambo, pasando por  Cocharcas y  Cruz Blanca, hasta llegar a Huaura, donde ocupó la casa principal del  fundo Ingenio, seguido por la muchedumbre, entre repiques de  campana, músicos, dianas y cánticos populares, principalmente de negros esclavos, cuyas  mujeres tendieron sus mantas con flores como alfombras al paso de los próceres y del libertador, mientras los cañones hacían salvas en la aba, en el puente, al general  San Martín sus respetos”.

Cuando San Martín estaba en Lima y asume el cargo de Protector, en noviembre de 1821, para reconocer y premiar a dichos patriotas revolucionarios, avala a la Junta Eclesiástica de Purificación, que califica la idoneidad cívica de dichos sacerdotes y clérigos para que continúen atendiendo en los diversos curatos, capellanías y otros cargos eclesiásticos en el Perú libre, como fue el caso del doctor Gregorio Mier, cura y vicario de Huacho; aunque después fueron olvidados al no ser convocados con los criollos al Congreso, para tratar la libertad, la patria, el ciudadano, la nación, la igualdad, la democracia y otros conceptos altruistas a favor de todos los peruanos sin excepción. 

Rosas y sus obras
Emilio Rosas Cuadros, historiador nacido en Chancay destaca en su obra La provincia de Chancay en la colonia y emancipación: “Como es de conocimiento, el general San Martín permaneció en el Perú 24 meses y días,dirigiendo la gloriosa campaña libertadora de los cuales, 8 meses consecutivos en la provincia de Chancay, al frente de las fuerzas patriotas, entre  Huacho (5 días), Supe (15 días), Retes (15 días) y en forma prolongada en Huaura. Luego de apresar a las autoridades y jefes militares en una fiesta social, bajo la dirección del capitán peruano Gregorio Escobedo, se forma la junta de gobierno presidida por el destacado intelectual patriota Joaquín Olmedo, acompañado por Rafael Jimena y Francisco Roca, que nombran a Gregorio Escobedo Jefe de la guarnición de Guayaquil., quien el 10 de octubre apresa a la goleta española Alcance y la envía a Huaura con una delegación para entregar a los prisioneros y solicitar al general San Martín respaldo militar para sostener la independencia, ante la amenaza española del brigadier de Quito Aimerich. De inmediato, San Martín envía en la misma goleta Alcance al coronel Tomás Guido y al general Toribio de Luzuriaga, pero por diversidad de criterios políticos entre los propios guayaquileños, renunciaron a su gestión y retornaron a Huaura". 


Gregorio Escobedo, José Bernardo de Tagle, Andrés Reyes y Francisco de Vidal, patriotas peruanos en el Norte Chico.
En tanto, en noviembre de 1820 se desarrollan exitosas acciones militares y de propaganda por todo el centro y norte del país; como, la jura de la independencia de Huancayo el 20, el 22 en Jauja, el 28 en Tarma. Pero, la costa y sierra sur,- muchos por miedo- seguían leales al rey. A su vez desarrollando una intensísima agenda en todo el Norte Chico, entre varios acontecimientos que van definiendo el sentido del proceso emancipatorio.
                
El Balcón de Huaura en 1921, durante la celebración
del centenario de la independencia.
Entre noviembre de 1820 y marzo del siguiente año, en Huacho y Huaura se constituye un Regimiento de Cívicos, conformado por 6 compañías y 3 escuadrones, con un total de 708 hombres y 669 caballos. Integrados por patriotas de Huacho, Huaura, Végueta, Mazo, Caral, Peñico, Hayba y otras localidades aledañas. El regimiento huachano esta conducido por notables de la localidad. Todos ofreciendo sus servicios como voluntarios por la causa libertaria. San Martín forma grupos guerrilleros, bajo el mando de Francisco Vidal, Andrés Reyes y Cayetano Quiroz, también José de Asué, Luis Rissi, Tomás Quintín, Juan Muñoz, Francisco Villanueva, Domingo Fonseca, los hermanos Juan y Doroteo Santos, y Francisco y Tomás Manrique, entre otros. A su vez, se dispone el entrenamiento militar intensivo a cargo de oficiales y clases en Barranca, Supe y Humaya. Se distribuyen exploradores entrenados y conocedores de las zonas, de la región central del país. Qué hermosa cantera de próceres y héroes que aún tenemos que develarlos ante la historia.
                
Diciembre es fructífero para la causa libertaria. A invitación de San Martín, el criollo marqués Bernardo de Torre Tagle y otros nobles aristócratas criollos, apresan a los chapetones, en una residencia y proclaman la independencia de Trujillo el 4 de diciembre. En Huánuco, los cabildantes y vecinos, con respaldo guerrilleros al mando de Álvarez, proclaman su independencia. Del mismo modo, el 27, el alcalde mayor Juan Manuel Iturregui Aguilarte y los cabildantes de Lambayeque capitán Saco Oliveros, José Leguía Meléndez y miembros de los masones proclaman la independencia, desde el balcón. Mayormente serían actos de escaso sabor popular y algo de oportunismo.

El presente artículo forma parte de una serie de ensayos del autor sobre la historia del Norte Chico limeño titulados El Norte Chico y la Historia Regional, concretamente al número 6, los cuales han dado origen a su libro Presencia de los Pueblos del Norte Chico en la Guerra de Independencia 1819-1824.


Las otras obras de José Fernández Sánchez. Como se puede apreciar la historia del Norte Chico es el principal tema de su interés, pero se desenvuelve también en el rubro de la arqueología y la biografía.


                                                                                                                                                                  




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