lunes, 2 de enero de 2017

El Radicalismo Islámico I

 ¿UNA NUEVA GUERRA SANTA?(*)



Para el Estado Islámico, su lucha contra Occidente es una Guerra Santa para acabar con los infieles que rechazan a Alá. 


La escalada terrorista ocurrida en Francia ha causado la muerte de 20 personas y suscitado una conmoción de la que no será fácil recuperarse. El impacto es grande porque se ha producido en el corazón de Occidente, aunque, ciertamente, las manifestaciones del horror han recrudecido en los últimos tiempos y se han convertido en moneda corriente. prueba de ello son los infames videos de los degollamientos de cautivos indefensos perpetrados por el Estado Islámico (ISIS) y que transmiten los noticieros. De cualquier modo, para la mayoría de ciudadanos, eso es algo que sucede en un lugar remoto y en televisión. Hasta que, de repente, el terror invade tu calle y llega a tu puerta.

Guillermo Niñó de Guzmán
Más que un atentado contra la libertad de expresión, el ataque a la revista de humor Charlie Hebdo del 7 de enero del 2015, significa una brutal amenaza al mundo civilizado. Los ejecutores de la matanza son fanáticos que, desquiciados por una perversa inversión de valores, pretenden regresar a aquellas épocas siniestras  en las que, en nombre de la religión, se cometían las peores tropelías. A la humanidad le costó muchísimas penurias librarse de la barbarie y el oscurantismo. ¡cuántos atropellos se cometieron antes de que Occidente fuese capaz de separar la fe y la razón! Hubo un tiempo en que la Cristiandad emprendió la loca aventura de las Cruzadas, obsesionada por acabar con los infieles que ocupaban Tierra Santa. Ahora, varios siglos después, los roles se intercambian. Los musulmanes fundamentalistas han lanzado su Yihad contra aquellos que no comulgan con sus creencias. Es decir, los infieles ahora somos nosotros.

La bandera negra del Estado Inlámico, el símbolo más temido
en la actualidad.
Algunos pensarán que la irracionalidad de los terroristas no les permite advertir que, con su intolerancia y violencia, solo consiguen generar un fuerte rechazo al Islam. Sin embargo, eso es justamente lo que quieren. su idea es polarizar las tendencias, agudizar la confrontación, incitar al odio y el repudio, de modo que los musulmanes que viven en Occidente sufran el desprecio y la exclusión, lo que facilitaría su progresiva radicalización.  La situación se torna muy delicada, pues el vulgo no distingue matices y tendrá a identificar a todo musulmán como posible terrorista. Las crecientes reacciones en contra de la inmigración (de refugiados sirios) revelan que el racismo y la xenofobia están a la orden del día en Europa.  

A estas alturas, ¿cómo convencer a la sociedad de que el Islam es una religión de paz? Después de todo, ¿cómo entender es fe que persuade a sus seguidores de que irán directamente al paraíso si se inmolan para matar a los que no creen en ella?.

El Islam, ¿Una religión de paz?


________________________________________________

(*) Artículo publicado por Guillermo Niño de Guzmán en su columna "De Artes y Letras", en el diario Perú 21 el 11-01-15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.